¿Cuál es la teoría principal? Las ballenas fueron víctimas de las mareas rojas o de la proliferación de algas tóxicas. Los microorganismos presentes en algunas algas, que pueden estar alimentados por el calentamiento de los océanos debido al cambio climático, también son una causa posible detrás de una “inusual” muerte de ballenas en la costa de Alaska este verano. En cuanto al mecanismo en sí, es posible que las presas de las ballenas hayan ingerido microtoxinas antes que ellas, le explicó a weather.com Bree Witteveen, Ph.D., un especialista en mamíferos marinos de la Universidad de Alaska en Fairbanks, quien está estudiando el varamiento sucedido en ese país.
Sin embargo, en ambos casos esto es simplemente una especulación. “Mientras que [las algas] están bastante arriba en la lista de elementos que estamos considerando, en este punto no descartamos nada”, afirmó Witteveen.
La principal científica que analiza el caso del varamiento en Chile, Carolina Simon Gutstein, de la Universidad de Chile y del Consejo de Monumentos Nacionales en Santiago, le informó a weather.com en un correo electrónico que los científicos están estudiando la causa de muerte y esperan poder publicar pronto sobre el tema. Por el momento, no hará más especulaciones.
Gunstein analizó su trabajo con National Geographic luego de que la prensa chilena local se enterara de la historia. La científica informó que muchos de los cuerpos de ballena están extremadamente descompuestos y se encuentran en áreas remotas a las que es difícil acceder, por lo que la identificación de especies ha sido complicada. Según afirmó, es muy probable que se trate de rorcuales norteños en extinción.
Nat Geo escribió lo siguiente:
“.. Los rorcuales norteños son ballenas barbadas grandes y de color gris azulado que filtran agua para alimentarse de kril y otras criaturas pequeñas. Alcanzan los 64 pies (19,5 metros) de largo y pueden llegar a pesar 50 toneladas. Estas ballenas, consideradas el cetáceo más rápido, pueden nadar a 31 millas (50 kilómetros) por hora. Su esperanza de vida es de 50 a 70 años y, por lo general, viven en aguas profundas lejos de la costa. La población mundial de este mamífero se calcula en aproximadamente 80.000 ejemplares”.
Con respecto a la posibilidad de que la proliferación de algas debido al clima y los otros impactos del calentamiento de los océanos continúen creando problemas para las ballenas, Witteveen afirmó que eso también debe investigarse. Las ballenas son mamíferos grandes y resistentes que emigran largas distancias (a veces miles de millas) por lo que muchas están acostumbradas a las temperaturas cambiantes de los océanos. Una situación probable es que el calentamiento de los océanos pueda afectar a las presas de las ballenas, según expresó Witteveen.
“Cuando muere una gran cantidad de animales, puede servir como una advertencia, una señal de que debemos prestar más atención”, agregó. “[Esto] agrega otra pieza al rompecabezas del cambio climático".
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