La leyenda de El Pescador de El Carrizal
Esta leyenda del Norte Argentino, esta en linea
con esa idea que "Los Fantasmas no existen,
pero que los hay los Hay ! "
¿Hay pique? Le pregunta la figura al pescador desprevenido, que gira 
sorprendido la cabeza hacia un costado y la ve por primera vez. Está 
casi pegada a él, hombro con hombro, pero no la escuchó cuando llegó.
Parece ser un hombre alto, algo así como de 1,85. Tiene puesta una 
especie de capa de lluvia, con capucha. En realidad, es lo único que se 
ve de él. No se alcanza a ver ni siquiera el perfil de su rostro, pese a
 que está a setenta centímetros.
Dicen algunos que han tratado de mirarlo con detenimiento que la capucha
 está vacía. Que no hay rostro ni cabeza allí dentro. Que sólo hay una 
capa… Y un hueco, un vacío, nada.
La aparición insiste en saber si hubo pique y luego hace alguna 
recomendación sobre la utilización de alguna carnada. “Ponga mojarrita”,
 dice. Después desaparece. Se diluye.
La aparición es identificada como El Pescador de El Carrizal, y sobre 
ella no hay muchos detalles. Vendría a ser un alma en pena que todavía 
recorre las orillas del lago en donde murió ahogado alguna vez y que 
cada tanto decide trabar un breve e impersonal diálogo con algún otro 
apasionado de la pesca.
Son muchos los que dicen haberlo visto y hablado con él. Lo describen 
siempre igual. Como un curioso espectro del que no se sabe procedencia, 
que no hace milagros ni ejecuta maldiciones. Sólo está ahí, como parte 
del paisaje.
Dicen que es el espíritu de un pescador muerto en ese embalse, pero 
nadie da precisiones sobre su identidad. Es que (quizás) hay demasiados 
cadáveres en ese lago.
“Yo lo vi. Era el atardecer y ya había poca luz. Esa es mi hora 
preferida, porque es cuando hay más pique”, dice Arturo, un maipucino de
 54 años. “Fue hace unos 3 años, un día de semana de febrero. Había poca
 gente y yo estaba en la orilla, en la costa de Rivadavia”, recuerda el 
hombre, que es herrero.
“Escuché que alguien me preguntaba por el pique. Entonces giré la cabeza
 hacia la izquierda y lo vi, casi al lado mío. Casi me muero del susto, 
no tanto porque me haya causado miedo sino por la sorpresa. Le contesté 
que venía más o menos y me dijo que probara con otra carnada. Entonces 
yo sentí un pique y empecé a recoger, y cuando volví a girar la cabeza 
este tipo o lo que haya sido ya no estaba más”.
Así son todos los relatos, con mínimas diferencias, y la descripción de 
la aparición es idéntica: una figura con una capa negra de lluvia, con 
capucha, en la que no se alcanza a ver el rostro.
Como en todos estos relatos sobrenaturales, por lo general quien cuenta 
la experiencia no es quien la vivió. Casi siempre es un amigo, el primo,
 un cuñado, el sobrino o el entenado del protagonista. Pero también es 
verdad que el relator defiende la veracidad de la experiencia como si en
 ello le fuera su propia honra. “¡Te lo juro!”, dicen casi siempre.
Mi concuñado Luis el Chino Gomes (sí, con “s”) es uno de esos relatores 
de experiencias ajenas, con la virtud de que es un muchacho de mucha fe,
 que cree fervientemente en todo este tipo de fenómenos y es medio 
curandero… O algo así.
El Chino me relató media docena de apariciones de este pescador 
fantasma. Lo hizo con tanto detalle y pasión que sería una injusticia 
desconfiarle.
Mi concuñado es de esos tipos que “cortan” una tormenta con sal de mesa.
 Yo lo he visto. ¡Qué tanto lucha antigranizo, radares, aviones, 
Contingencias Climáticas y mapas satelitales!¡Mi concuñado, el Luis 
Gomes con “s”, te corta una tormenta machaza haciendo una crucecita en 
el suelo con un salero de mesa!
¡Yo lo vi, una noche en que estábamos haciendo unas costillitas 
arqueadas a las que les faltaban como 40 minutos de cocción, cuando se 
nos quiso venir una tormenta de viento, lluvia y piedra!
Ahí nomás, el Luis pidió un salero e hizo la cruz junto a la 
churrasquera. ¡Y listo, se terminó el problema! ¿Entonces, por qué le 
voy a desconfiar al Luis, eh? Capaz que no voy a ver al pescador ese, 
pero seguro que de lo que cuenta algo es cierto. O, en todo caso, 
merecería serlo.
Fuente: Diariouno.com.ar / Crónicas de Mundos Ocultos
http://www.areadepesca.blogspot.com.ar

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