"El estuario no está en crisis", aseguran desde el Conicet

Jorge Marcovecchio, inverstigador superior del Conicet, desestimó el alarmante estudio de la UBA difundido a principios de septiembre en el que se afirma que los peces de la ría son tóxicos para el consumo humano.

En diálogo con LA BRÚJULA 24, el profesional destacó que "se disponen de décadas de información para cotejar los datos que brindó el último informe -realizado por el Conicet-", y dijo que "estamos hablando con unos 9 mil ejemplares analizados, por eso las tendencias se pueden establecer con certezas".

"Nuestro estuario está impactado por la mano humana, pero no está en crisis. De ese número, solo 25 o 30 están afectados. Por eso nos sorprende el informe de la UBA. No hay antecedentes de producción de cáncer por los metales", agregó el investigador.

De igual modo, Marcovecchio indicó que hay bibliografía que "respalda una realidad incontrastable". "Estos estudios que hicimos comenzaron en 1979 y nunca se detuvo el trabajo académico. A partir de 1997 hacemos un programa de monitoreo con la Municipalidad. Son datos que se transfieren a la comunidad".

"El -informe- nuestro se hace sobre la zona interna del estuario que uno supone que es la más impactará porque está el Puerto y las empresas. También en zonas donde puede existir impacto de descarga cloacal", resaltó.

"Con trabajos como el nuestro o el de la UBA es imposible determinar el origen porque el estuario tiene dos mareas altas y bajas por día. Para ello se necesitaría un trabajo de mayor complejidad". "En 40 años de trabajo no tengo herramientas para definir de dónde surgen los elementos químicos, al menos con este tipo de muestreos", sintetizó.

INFORME DE LA UBA

A principios de mes, desde la Universidad de Buenos Aires se advirtió sobre la contaminación de la ría. En el texto se mencionaba que la presencia de metales pesados hallados en las especies del ecosistema marino de Bahía Blanca indican que no son aptas para el consumo humano, ya que las mismas superan los niveles permitidos de cadmio, cromo y plomo.

Dicho estudio advierte al respecto que el contenido de estas sustancias tienen serias consecuencias para la salud, como por ejemplo el saturnismo y el cáncer.

Los metales se hallaron en especies de gran importancia comercial como la corvina rubia, langostinos, mejillones, camarones y ostras, en valores que superan 10 y 40 veces respectivamente lo permitido por la normativa nacional e internacional para el consumo humano.

El informe, que forma parte de una causa que lleva adelante la Justicia Provincial y fue realizado por los profesores de la Universidad Nacional de Buenos Aires Alicia F.de Iorio (Química Inorgánica y Analítica) Alicia Rendina (Química Inorgánica y Analítica) y Gustavo Mozeris (Sistemas Agroalimentarios) apunta al vertido de los líquidos cloacales de la empresa ABSA.

Según se indica en el expediente, se trata de 84 millones de litros por día que están provocando un daño casi irreversible al sistema.