Un pescador de 28 años casi muere asfixiado por un lenguado que saltó a su boca y se deslizó hasta su esófago. El hombre confesó que había intentado besar a su presa.
Sam Quilliam estaba tan contento con el lenguado de 15 centímetros que había pescado en el muelle de Boscombe, Reino Unido, que lo besó en la boca con resultados espantosos, informó el sitio de la BBC.
"Quise darle un beso antes de devolverlo al agua y, como si fuera un pan de jabón, se escapó de mis manos y adentro de mi boca y básicamente nadó por mi garganta", relató el hombre sobre las rarezas del episodio del 5 de octubre pasado.
"Empecé a correr como un pollo sin cabeza y después colapsé", confesó.
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