El pez cirujano azul podría terminar siendo víctima de su propio éxito. Después de la experiencia del pez payaso tras el estreno de la popular película de Pixar Buscando a Nemo, cuyo lanzamiento propició un aumento considerable de la demanda de peces payaso en las tiendas de mascotas y puso en riesgo su conservación, ahora se teme que el éxito de Buscando a Dory, que tiene por protagonista a la olvidadiza pececita, haga lo mismo con esta bellísima especie.
Karen Burke da Silva, experta enbiodiversidad y conservación de la universidad australiana de Flinders, además de cofundadora del proyecto de conservación Saving Nemo, explicaba a The Washington Post que más de un millón de peces payaso son capturados cada año en los arrecifes de coral para terminar sus días en acuarios de particulares –Estados Unidos es el destino de 400.000 de ellos–. “El pez payaso se ha extinguido localmente en Filipinas y en ciertas zonas de Tailandia y de Sri Lanka”, lamentó Burke da Silva.
Con estos antecedentes, no es de extrañar que los conservacionistas se teman lo peor en el caso del pez cirujano azul, que se va a poner de moda como mascota tras el éxito asegurado de la secuela de la simpática Dory.
Y es que desde la universidad de Macquarie (Sidney), el ecologista Culum Brown advertía, en declaraciones al sitio web de la radio estadounidense NPR, que el Paracanthurus hepatus es ya una especie “amenazada” por la pesca ilegal. Además, señalaba que deberíamos tener en cuenta que el pez cirujano azul realiza una función de gran relevancia en los arrecifes de coral, ya que, al comerse las algas, está llevando a cabo una labor de protección del hábitat.
Por su parte, la actriz Ellen DeGeneres, la voz original de Dory, Disney-Pixar y grupos ecologistas se han unido en una campaña para hacer un llamamiento público para ayudar a proteger la Gran Barrera de Coral australiana y a las especies marinas que habitan en ella.
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